Cuando nos ponemos a hablar del riesgo que supone invertir nuestra liquidez, muchas veces nos basamos en creencias populares erróneas. Por esto, es importante que tengamos cierta cultura financiera, que nos ayude en cualquier momento a tomar decisiones basadas en nuestro propio conocimiento y criterio.
En estos casos, la figura del Asesor Financiero, puede facilitarnos y acelerar todo el proceso de decisión a la hora de invertir en productos financieros. Será quien nos pondrá sobre la mesa todas las alternativas existentes, de este modo la información llegará a nosotros, sin que tengamos que volvernos locos acudiendo a diversas fuentes de información.
El saber, sí ocupa lugar, además de tiempo, pero te proporcionará tranquilidad, ya que entenderás los conceptos básicos en esta materia. Al final, esto influirá en que la comunicación con tu asesor sea más fácil y fluida.
Comenzamos a desglosar algunas situaciones que solemos ver a menudo:
“Prefiero invertir en comprar ladrillo, no me fío de la bolsa”
No seremos nosotros los que digamos que la decisión de invertir tu liquidez en un bien material como una vivienda, es mala, puesto que no es cierto. La compra de vivienda ha supuesto en este último año una de las inversiones con mayor rentabilidad. Ahora bien, supone una inversión para la cual también hay que meditar previamente, al igual que en cualquier otra:
- ¿Estoy eligiendo la vivienda adecuada? Es importante que visites la zona donde has pensado comprar en momentos distintos del día y de la semana. Obtendrás mucha información y podrías detectar aspectos que quizá te hagan cambiar de opinión.
- ¿Cómo están evolucionando los precios de la vivienda? ¿Es el momento adecuado para comprar? ¿Estoy comprando en precio? Los ciclos económicos tienen mucho que ver en esto, si entramos en fase de “recesión” es posible que los precios de las viviendas comiencen a bajar.
- La compra de una vivienda conlleva gastos asociados, como el pago de Impuestos ( Impuesto Transmisiones patrimoniales o IVA ) y posteriormente los de mantenimiento del inmueble (Ibi y Gastos de comunidad por ejemplo)
- Invertir tu total Liquidez en ladrillo, supone “descapitalizarte”, es decir, ya no contarás con un colchón económico que te permita resolver rápidamente imprevistos. Con la hipoteca es cierto que pagarás intereses, y quizá pienses qué por qué vas a soportarlos si tienes la liquidez necesaria para comprar, sin solicitar una operación de financiación. Cierto, pero no olvides que si el futuro viene “torcido laboralmente” siempre contarás con liquidez, con ese colchón que te permita amortizar anticipadamente si así lo decides.
- Cuando decidas vender, ten en cuenta que tendrás que hacer frente al pago de la Plusvalía y a la Ganancia Patrimonial.
“Firmar una Hipoteca, es una decisión exenta de riesgo”
Falso. En España, solicitar una hipoteca para poder tener una vivienda en propiedad, es una práctica habitual y totalmente normal en nuestra cultura. Esto no ocurre en otros países donde esta opción ni se la plantean.
Nosotros nos vinculamos con nuestra entidad bancaria, por un capital prestado para la compra del inmueble, y mes a mes, durante un periodo medio de 30 años, les tendremos que pagar la cuota correspondiente. Se trata de una obligación importante en la que ni siquiera podemos tener claro cómo se va a desarrollar nuestra vida laboral durante el periodo de 30 años. Y esto, sin tener en cuenta que para los que firmen hipotecas a Interés variable, en ese plazo el Euribor puede variar considerablemente afectando directamente a su cuota mensual.
No, firmar una hipoteca no es una operación exenta de riesgo, y se trata además de un riesgo que asumimos con un horizonte temporal muy largo.
“No quiero saber nada de la Bolsa, prefiero la Renta Fija, ahí nunca se pierde”
Falso. Invertir en renta Fija, también tiene riesgos. No vamos a extendernos explicándolos todos, pero sí vamos a darte un consejo importante: cuando inviertas en un Fondo de renta Fija, solicítale a tu asesor financiero que te indique la cartera en la que invierten. Es decir, los activos que la componen y sus vencimientos.
¿Cuales pueden ser estos activos? Te indicamos unos ejemplos:
- Depósito bancario
- Letra Tesoro
- Pagarés de empresa
- Bonos del estado, Obligaciones…etc
Cada uno de ellos, tendrá un vencimiento determinado. Si mantenemos nuestra posición en un Fondo de Renta Fija, y esperamos los vencimientos de los activos de su cartera, es probable que recojamos las ganancias. Pero si necesitamos liquidez y decidimos reembolsar antes de que venzan los activos, nos exponemos a que el precio que los activos tengan en ese momento en el mercado, sea menor que cuando nosotros compramos.
En los fondos de inversión, de renta fija o variable, sólo tributarás en el momento de reembolsar, es decir, los traspasos entre uno y otro, no tributan. La tributación, recaerá sobre los rendimientos que hayas obtenido.
¿Aún continuas pensando que sólo invertir en la Bolsa de valores entraña riesgos?
Nosotros siempre insistimos en las mismas recomendaciones que te vamos a exponer a continuación:
- No inviertas si vas a necesitar tu liquidez en un breve espacio de tiempo.
- Invierte siempre una partida que pienses que no vas a necesitar a medio plazo. Quédate con lo que vayas a necesitar , e invierte el resto.
- Diversifica:
- Invierte en distintos Activos: Renta Variable, Renta Fija, Inmobiliarios ( vivienda), Divisas…etc
- Si inviertes en Fondos de Inversión, que los Activos que los componen inviertan en distintas zonas geográficas
- Alterna productos con distintos vencimientos y horizonte temporal:
- Plan de Ahorro a largo Plazo: ahorra pensando en tu jubilación
- Productos con vencimientos a medio plazo: te permitirá estimar con qué liquidez contarás para planes u objetivos que tengas a medio plazo
- Productos a corto plazo o que sean líquidos en cualquier momento: cuenta remunerada, un depósito a plazo fijo… Sabemos que los rendimientos son pequeños, pero recuerda: el dinero no invertido, es el que realmente pierde valor.
Antes de finalizar, un dato : La tasa de variación anual del IPC en España en mayo de 2019 ha sido del 0,8%. Por lo tanto, ¿vas a invertir en productos financieros que estén por debajo del 0.8% de rentabilidad ? Puede que aún sabiendo este dato, decidas invertir en productos que no lleguen a ese umbral, pero lo importante, es que lo hagas con el conocimiento de que tu dinero, está perdiendo valor.
Hasta aquí nuestro artículo de hoy. Esperamos que te haya invitado a reflexionar, porque en ese caso, habremos cumplido nuestro objetivo.
¡ Hasta la próxima ¡
Autor: Cristina Chouciño