Los despidos en la oficina de farmacia pueden ser disciplinarios u objetivos, por causas económicas, organizativas o de producción.

“Los más frecuentes son los disciplinarios, que terminan siendo reconocidos improcedentes en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (Smac) por no estar muy bien definida la causa o por no estar bien planteado el expediente disciplinario de los trabajadores”, explica a CF Marian Sánchez, asesora laboral de Gómez Córdoba Abogados.

Para evitar que un despido disciplinario sea declarado improcedente por falta de forma y conlleve la indemnización máxima -45 días al año si el contrato es anterior al 12 de febrero de 2012, y de 33 días si es posterior-, es fundamental notificárselo bien al trabajador afectado.

  • Los ceses disciplinarios y objetivos tienen que estar muy bien argumentados

“El principal requisito para comunicar bien un despido es hacerlo por escrito mediante una carta y acreditar su recepción por el trabajador, incluso si es necesario mediante el envío de un burofax con acuse de recibo y de contenido. Muchas veces el empleado puede mostrar reticencia a querer firmarlo, de manera que la empresa puede llamar a dos compañeros para que actúen de testigos y ofrecerle al trabajador una copia de la carta”, recomienda José Gabriel de Alva Unceta, del departamento Laboral de TSL Consultores.

En su opinión, un defecto de forma, como puede ser la inobservancia o error en la comunicación, “daría lugar a la improcedencia de un cese, aunque en el caso de los despidos disciplinarios la ley ampara a la empresa para que pueda subsanarlo en 20 días”. En este aspecto, Cristina Martínez, del departamento Laboral de J&D Consulting, recomienda comunicarlo “siempre por escrito, para evitar la improcedencia“.

Los asesores del servicio de Consultoría Laboral de Cofm31, del COF de Madrid, también sugieren que figuren los hechos que lo han motivado. “Se tienen que demostrar en el juicio, ya que la carga de la prueba recae sobre la empresa”.

 

Un buen argumento

Según Eugenio Fernández, letrado de Orbaneja Abogados, tanto los despidos disciplinarios como los fundamentados en causas objetivas, tienen que estar muy bien argumentados. “Debe trasladarse al trabajador toda la documentación que obre en nuestro poder y que justifique la decisión empresarial. En caso contrario, se alegará indefensión con la consecuencia de declarar el cese como improcedente”. Explica que los despidos por causas objetivas de carácter económico no suelen ir acompañados de la documentación contable completa. “El problema es que, una vez comunicado, no se puede aportar más documentación”.

 

Preaviso con 15 días

En la comunicación del despido por causas objetivas hay que conceder al trabajador un preaviso con 15 días, computado desde la entrega de la comunicación hasta la extinción del contrato de trabajo. “Durante este periodo, el empleado tendrá derecho, sin pérdida de su retribución, a una licencia de seis horas semanales para buscar un nuevo empleo. La no concesión del preaviso no determinará la improcedencia del despido, sin perjuicio de la obligación del empresario de abonar los salarios correspondientes a dicho periodo”, aclara De Alva.

En la época en la que la crisis golpeaba con más dureza, el despido por causas económicas era el más habitual en la botica, pero ahora la tendencia es la de estabilización. “Se ha producido una disminución de los ceses por estas causas y se han mantenido los disciplinarios en sus dos modalidades: procedentes e improcedentes, así como los objetivos por causas técnicas y organizativas, en las que la botica tiene sobredimensionado el gasto de personal o necesita incorporar trabajadores con una cualificación determinada”, dice Eva Illera, responsable del área Laboral de Asefarma.

  • Para realizar un despido disciplinario hay que acumular faltas o que la misma sea muy grave

Principales errores

El principal error a la hora de efectuar un despido es hacerlo de forma precipitada, sin conocer el importe de la indemnización ni sus posibles consecuencias legales. “Comunicar el despido al trabajador de forma verbal también es un fallo que nos puede costar caro, ya que conlleva la improcedencia del despido con la indemnización máxima”, alerta Martínez. En este aspecto, Sánchez dice que también es un fallo garrafal “no reconocer la improcedencia en la carta que se entrega al trabajador”.

La mayoría de las veces no se justifica la causa del despido. “Para realizar un cese disciplinario, por ejemplo, es necesario una acumulación de faltas o que la misma haya sido muy grave. El convenio sectorial hace que sea más difícil aun, ya que este despido precisa la apertura de un expediente sancionador y presentar al trabajador un pliego de cargos para concederle un plazo de cinco díasn para presentar alegaciones”, dice De Alva.

En cuanto a los despidos objetivos, reconoce que “no son los habituales en las boticas”, pero dice que el Estatuto de los Trabajadores es taxativo en su regulación y solo los admite en casos concretos. Lo cierto es que las consecuencias de un despido improcedente, ya sea disciplinario o por causas objetivas, pueden ser letales para la farmacia, “ya que se condena a la empresa a que readmita al trabajador o a que lo indemnice de acuerdo a lo dispuesto en el Estatuto de los Trabajadores”, recuerda Fernández.

Echar a un trabajador no es agradable y podría ser perjudicial para el resto. “Una mala comunicación al equipo puede generar desmotivación y una bajada del compromiso, que repercutirá en su trabajo con una disminución de la atención al paciente y de los ingresos”, avisa Anabel Chanes, consultora de Concep.

Planificar para minimizar el impacto emocional

Planificar cómo comunicar el despido es fundamental para minimizar el impacto emocional del trabajador. “Hay que tener en cuenta que la farmacia y sus empleados forman un sistema, de manera que la modificación de cualquiera de sus partes puede alterar el comportamiento del resto”, explica Anabel Chanes, consultora de Concep. Precisamente por ello, insiste en que “se debe incidir, de manera clara y concisa, en motivos objetivos, sin realizar acusaciones individuales ni provocar frustración en el trabajador”.

El cese de un trabajador, por razones prácticas, se suele comunicar en la botica, “a las horas en las que la afluencia de clientes sea menor y teniendo prevista la sustitución del empleado, que deberá abandonar sus tareas una vez comunicada la decisión”, dice Eugenio Fernández, letrado de  Orbaneja Abogados.

En estas situaciones también es necesario explicar al resto del equipo las razones del despido del compañero, con el objetivo de evitar que se deteriore el clima laboral, ya que se trata de una incidencia que afecta al proyecto de la farmacia. “La falta de transparencia perjudica a la motivación intrínseca de las personas, sobre todo a las que el sentimiento de pertenencia a la empresa es alto”, aclara Eva Ruiz, responsable de Consultoría de Asefarma.

fuente de la noticia: correo farmaceutico